La Asamblea Nacional en París. Los pensadores masones iluminados habían preparado a la sociedad francesa para que tuviera lugar un Cambio revolucionario político, con nuevos valores y derechos. Pero el Mundo Ideal que predicaban las sectas iluminadas terminó convirtiéndose en el Reino del Terror.
Desde el 1 de octubre de 1791 empezó a reunirse en París la Asamblea Legislativa de Francia, de donde salieron muchos representantes o diputados. Esta gran cantidad de representantes se unieron formando partidos. El más famoso de estos partidos franceses era el partido extremista radical de los jacobinos, liderado por el despiadado Robespierre.
A la derecha de la presidencia de la Asamblea se sentaban los moderados y los girondinos liberales. Los empresarios y grandes comerciantes que integraban la gran burguesía, eran llamados girondinos por provenir de una zona situada al sur de Francia, denominada Gironda.
Los girondinos querían limitar el poder real, y convertir la monarquía absoluta en una monarquía moderna parlamentaria, pero sin permitir el derecho a voto a las clases pobres, que no pagaban impuestos. La razón era el temor de este sector burgués, que había alcanzado gran prestigio, de perder sus privilegios por obra de los movimientos populares.
A la izquierda de la Presidencia de la Asamblea se sentaban los exaltados jacobinos de Robespierre y otros grupos como los Cordeliers, que defendían el derecho al voto de los pobres. La izquierda decía defender a los pobres, pero su sinónimo es de siniestra, algo que quedaría ya patente en Francia desde el principio.
En tanto en cuanto los girondinos moderados y liberales dirigieron la Revolución desde 1791 a 1793, la situación estaba controlada y se consiguieron avances sociales y políticos, como la abolición de privilegios y la igualdad ante la Ley.
Pero a partir de 1793, los jacobinos izquierdistas terminaron con el periodo liberal y de moderación. Los Jacobinos, con ayuda de los Sans Culottes, trabajadores urbanos, tomaron el poder por la fuerza e impusieron el terror.
Un nuevo mundo maravilloso, predicado por los escritores y filósofos iluminados de las sociedades secretas, se habría paso en Francia con la Revolución Francesa de 1789. De este mundo ideal formaban parte los partidos políticos. Pero al final, los miembros de unos partidos asesinaron a los miembros de los otros partidos, y los nuevos valores humanos de la libertad, igualdad y fraternidad, se convirtieron en un espectáculo asesino de horror y sangre.
Un masón, de nombre, Joseph Ignace Guillotin inventó o perfeccionó la Guillotina, un invento cruel que haría las delicias de la Revolución Illuminada. Guillotin declaró que veía la guillotina como "un acto de humanidad", ya que diseñó una cuchilla más oblicua para que fuese efectiva y causara menos sufrimiento.
El masón Joseph Ignace Guillotin fué un personaje más de los constructores del Mundo Idílico que supuestamente saldría de la Revolución Francesa. Su contribución fué un tanto afilada.
La situación se les fué de las manos; enviaron a la guillotina a los dirigentes girondinos, y dieron comienzo al "Reino del Terror" en Francia. Las máximas figuras del Terror en Francia, Robespierre y George Danton, ordenaban, vía asamblea, guillotinar a todos los opositores. Miles de personas fueron asesinadas en los 3 años que duró el jacobinismo.
Al final esta situación de caos y desconcierto social la rentabilizó el carnicero de Lyon, Napoleón, que dió un golpe de Estado en 1799 y tomó férreamente el poder de Francia.
La Revolución Francesa derivó de un gran proceso que se fué llevando a cabo, a lo largo de años, por los pensadores iluminados de las sociedades secretas satanistas de Francia, que desde hacía muchas décadas, venían tramando y conspirando, a través de sus escritos y obras, una revolución iluminada, que se fraguó en 1789.
De las sociedades iluminadas satanistas no solo salieron los partidos de izquierdas y derechas de la Asamblea Francesa, sino todas las ideologías, como el anarquismo, el marxismo, los nacionalismos, y todos los ismos políticos.
Todos los nobles, profesionales, científicos, filósofos, escritores, etc..., hasta los obispos, pertenecían a sociedades secretas en Francia. Quien no pertenecía a una sociedad secreta era prácticamente un paria sin ningún futuro. Y estas ideas iluminadas satánicas fueron las que trajeron la Revolución, la Asamblea, los partidos y finalmente el Reino del Terror, prolongado después por el genocida Napoleón, que por supuesto, también era otro iniciado satanista masón, de una logia de inspiración egipcia.
Los masones iluminados, miembros de las sectas satanistas, están infiltrados en las cúpulas de todos los partidos políticos y son precisamente quienes los dirigen. Sin aval satanista, no hay carrera política.
Las mismas sociedades secretas satanistas, apoyaron la obra de Karl Marx con su ideario comunista, y financiaron la Revolución Bolchevique soviética de 1917, que dió lu gar a una criba inmensa de gente, empezando con el asesinato del Zar y de su familia.
Y las mismas sociedades masónicas iluminadas, incluyendo a las familias banqueras angloamericanas, como los Rotchschild y los Rockefeller, volvieron después a financiar el auge del Nazismo, enviando millones de dólares y ayuda a la causa nazi, en secreto, claro está. Como era de esperar, Comunismo y Nazismo terminaron enzarzados en una sangrienta guerra mundial.
El fín de la guerra fría y la caída del comunismo, han motivado a los gobiernos del mundo para la construcción del Nuevo Orden Masónico Mundial.
Zapatero es miembro illuminado de una logia másonica. Y Aznar pertenece a la logia illuminati de Calavera y Huesos, según escribió el teólogo Manuel Guerra.
En estos momentos actuales, las mismas sociedades ocultistas, han buscado un nuevo enemigo, que son los musulmanes, y ya están tramando la 3ª Guerra Mundial, que al final rentabilizará otro carnicero, peor que Napoleón, el Falso Mesías, que dominará diabólicamente a todo el planeta.
En definitiva, que la creación de los Parlamentos en todos los países, alimentados por los partidos políticos, no son más que unos teatros de guiñol, en donde supuestamente hay unos contrarios, que debaten incansablemente sin ponerse nunca de acuerdo, y que dividen a todo país en dos mitades.
El pueblo está anulado y dividido en facciones, de manera que la Elite manipuladora ha conseguido que se odien entre ellos, a través de los partidos políticos. De esta manera los grupos ocultistas han desactivado el potencial y la fuerza de los seres humanos, condenados a enfrentarse entre ellos, para que no despierten nunca de su letargo.
El Parlamentarismo y la Democracia de partidos, al final, ha desembocado en un Bipartidismo que polariza a la población en dos polos opuestos. En Estados Unidos son los Conservadores y los Demócratas. En Reino Unido son Conservadores y Laboristas. En Francia la gente se divide entre socialistas y conservadores. En España hay 2 opciones principales también: El Partido Popular y el Partido Socialista.
Siempre dos, porque para que haya enfrentamiento hacen falta dos opciones contrarias. Pero el engaño final de todo, es que en el fondo, solo hay una sola opción. Porque las sociedades secretas másonicas iluminadas controlan todo, las religiones, los partidos políticos, y los gobiernos. Y estas sociedades satanistas lo único que quieren es llevarnos, con engaño, al Nuevo Orden Mundial y al Reino de Terror del Falso Mesías en toda la Tierra.
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Hace 4 días
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